Tengo la oportunidad de dar conferencias, esta ocasión, se tocaron temas en el que la conexión con la gente fué directa, personal, cada uno se sensibilizó con una frase o alguna palabra, que al final tuvieron a bien hacérmela saber.
Cuando las personas conectamos unos a los otros, crecemos, unimos esa energía que poseemos para mejorar en algún punto, compartimos nuestros sentimientos, madurando nuestro sentir.
Para el expositor, causar una reacción en las personas que te acompañan, es el fruto del trabajo. Para el espectador, reaccionar es crecer, llegar a tu yo interno preparándote para hacer el cambio, toda experiencia, buena o mala servirá para quien abre su alma queriéndo ser mejor.
Crecer significa, llegar a tu corazón, buscar eso que te da la llave para abrir cada puerta donde tienes encerrado un recuerdo, una experiencia, o un aprendizaje bueno o malo, para entender porque soy o actúo de tal o cual manera y que en ocasiones no sabemos.
Claro que hay que hacer algo al respecto para que ese cambio inesperado se dé.
Lee un libro, ve a conferencias, reza, medita, todo te dará esa conexión que Dios está buscando para ayudarte.
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