LA PARÁBOLA DE LAS CARPAS

En el jardín, tenemos una fuente, cuando ya estaba lista decidimos comprar unos pescados que utilizaran toda esa cantidad de agua, nos inclinamos por unas carpas de colores, el agua clara mostraba su hermoso color y su belleza.

Al día siguiente, fuimos emocionados a ver nuestro trabajo, el agua estaba impresionantemente turbia, la volvieron a limpiar, pues la finalidad era apreciar la belleza que nos daban los peces.

Al siguiente día, regresamos y el agua estaba turbia otra vez, no importaba las veces que la limpiáramos el agua volvía a estar sucia, los pescados se encargaban de producir tanto excremento que enturbiaban el agua siempre.

Lo trasladé a nosotros, existen algunas personas que prefieren vivir rodeados de problemas, cuando ven que su vida se empieza a aclarar, inventan un nuevo problema para que el drama continúe siendo el medio donde subsisten. ¿Conoces a alguien así? ¿Te suena familiar?

En la vida, todos escogemos canales de comunicación, con la que te relacionas con las persona, existe el dolor, las personas que les encanta platicar de sus enfermedades. Las que les gusta comunicarse por medio del conflicto, que cuando se disminuye en su vida se inventan algo, para sentirse amados; dentro de ese canal, hay mensajes distorsionados, la comunicación es a base de manipulación, en el que una de las partes sale perjudicado .


Y existe el canal de la paz, la tranquilidad, el respeto, la comunicación directa y clara, donde todos podemos llegar a base de auto ayuda.

¿Que canal estás usando? ¿prefieres guardar tu belleza rodeado de turbulencia? En tí, en tu interior, esta la diferencia.