Hace unos meses, visitamos a mis hermanas que viven en Cancún, al platicar acerca de nuestros planes de viaje, el resto de la familia se animó a arreglar sus ocupaciones para pasar juntos una semana, tías y primos.
Todos los primos se organizaron y tuvieron actividades diarias, lo que los hizo disfrutar como nunca del tiempo juntos.Las tías, osea, nosotras, (ya subimos al rango de ser "las tías") recordábamos lo difícil que nos fue terminar nuestras respectivas carreras, trabajábamos y estudiábamos, pero al mismo tiempo, mi madre, quien se quedó a cargo del "paquete" nos daba tareas en casa.
La hermana mayor, se quejaba de tener que ver por todas, correr a los novios a las 10 de la noche, las otras de tener que estar en un horario de noche en la escuela, y así cada una se quejaba penosamente de sus tareas, aparte, mamá nunca le gustó vernos desarregladas hasta estos días.
La culpábamos de ser tan obsesivas con la limpieza, o por no poder depender de los demás, puesto que ella nos fomentaba la autosuficiencia, lo que personalmente me trajo muchos contratiempos en mi matrimonio.
"Como leí en un artículo, quizás yo fuí el principio de sus problemas, pero ustedes, son el principio de las soluciones"
Mi madre volvió a su collar y nosotras decidimos
¡Ponernos a cantar!
¡Ponernos a cantar!